El cielo y los caminos, el bosque y las flores, los mamíferos, los insectos? la vida silvestre. Y como fondo, la actividad humana que, a mediados del siglo XIX, en esa parte del este de Norteamérica conocida como Nueva Inglaterra, comienza a modificar la faz de la tierra y la forma de pensar de sus habitantes. En ese marco se desarrolla el Diario rural de Susan Fenimore Cooper, a quien puede considerarse como la primera escritora sobre la naturaleza.
Diario rural es a la vez una invitación a lo pequeño y a lo colectivo, una contemplación y una reflexión: el libro de una mujer que vivió en un pueblo sin progreso, que se alejó de romanticismos, idealismos y trascendentalismos, y que cultivó la lectura, la observación y la escritura para dar cuenta de lo que hoy apenas queda huella: la vida salvaje.
Nos llena de alegría presentar por primera vez en castellano el Diario rural de Susan Fenimore Cooper, el relato de las observaciones de su vida campestre durante las cuatro estaciones, durante los años 1848 y 1849. Se trata de una pieza fundacional de la literatura sobre la naturaleza, y que vio la luz cuatro años antes de que H. D. Thoreau publicara Walden.
Publicamos ?con prólogo de María Sánchez y traducción de Esther Cruz- el diario completo en dos volúmenes que incluyen, cada uno de ellos, dos estaciones (primavera-verano y otoño-invierno).
DIARIO RURAL
Itinerarios de lectura
AUTOR/A
FENIMORE COOPER, SUSAN
Susan Fenimore Cooper (1813 - 1894), naturalista y escritora, fue una mujer con una amplia cultura, favorecida en parte por la biblioteca de su padre, el escritor John Fenimore Cooper (autor de, entre otras obras, El último mohicano), al que acompañó en su viaje a Europa. Además fundó un orfanato en Cooperstown, Nueva York, y lo convirtió en una célebre organización benéfica.
Colaboró en publicaciones, como The Atlantic Monthly, The Freeman’s Journal, Harper’s New Monthly y Putnam’s Magazine, y además de Diario rural, publicó, entre otros, los libros Female Suffrage: A Letter to the Christian Women of America o Rhyme and Reason of Country Life.
Susan Fenimore Cooper fue una minuciosa observadora de su entorno, como lo demuestran los muchos apuntes de en Diario rural les dedica a las flores, los árboles, las aves o los insectos. Pero su escritura, firme y precisa, detallista y minuciosa, transparente en la plasmación de sus ideas, la llevó a la reflexión sobre temas tan dispares como la implantación de especies vegetales y animales europeas, el lirismo de los nombres de las plantas, la migración de las golondrinas o la crítica a la matanza de los pieles rojas.
Un libro que aún conserva el olor de la hierba de Nueva Inglaterra en primavera.